06 mayo, 2009

SUAVES MANOS


Manos humildes, trabajadoras, cuidadas o perfumadas.
Manos queridas o manos postergadas.
Manos férreas. Manos tenues.
Manos atentas y manos distantes.

Manos suaves para vivir o morir.
Manos suaves para recordar.
Quién no las ha sentido alguna vez ?
Vida dura o vida fácil, siempre ahí unas manos como la seda de suaves.

Suavidad también en las manos de otras personas que amamos y que cuando nos llegan a faltar, con la aspereza de otras manos las comparamos. Tal vez pasaron inadvertidas cuando por primera vez las probamos pero volverlas a sentir es lo que deseamos. Son manos que muy cerca nuestro estuvieron y que ahora con insistencia añoramos.

Pienso en esas tan suaves manos y vienen a mi mente algunos nombres que, sin necesidad de mencionarlos, sólo buenos ejemplos en la vida nos dejaron pues con amor desbordante todo lo colmaron.

Incomparables y adoradas manos las de una madre, que sin saberlo y mucho menos haberlo planeado nos brindan las manos más suaves que alguna vez hayamos probado. O aquellas manos presurosas que atendían a tanta gente por las mañanas y que luego por la tarde, armoniosas, convertían un hilo en arte. O esas blancas y delgadas manos que después de preparar una masa amor y bellos recuerdos horneaban.

Manos las que presento aquí, que calzaron los pies a los que alguna vez con tesón sanaron.
Eternas y suaves manos.




Manos prístinas, impolutas, enérgicas o agobiadas.
Manos mimadas o manos deseadas.
Manos tibias. Manos afiebradas.
Manos libres y manos condenadas.

En fin, tantas manos que dejamos atrás o tantas manos que luego vendrán, pero sin duda y sin necesidad de comparar, unas suaves y maternales manos son las que siempre hemos de recordar.


Manos de ROSAURA (1961).



3 comentarios:

Azariel dijo...

Las manos y caricias de nuestras madres jamas se olvidan.
Gracias por ayudarme a recordarlas y por tus palabras.

Un gran abrazo desde Chile.

)Azariel(

Azariel dijo...

Pase a saludarle! una abrazo!

)Azariel(

marciavic dijo...

precioso blog, recuerdo las manos de mi mami cuando estaba enferma, sólo una caricia aliviaban mi malestar