18 enero, 2010

ALMA VIAJERA


Lo primero que hice hoy lunes fue buscarte, querida Coty, buscarte aún sabiendo que ya no estás y recordar lo irónica que es la vida cuando un día, hace algunos años, sin buscarte te encontré. Estoy seguro que fue tu inolvidable sonrisa la que resonó en mi mente y permitió que mis ojos se posaran en tu bello nombre escrito sobre esa fría lápida.

Dicen que las personas que son muy especiales, como tú lo fuiste, tienen el alma fugaz y sin sentido de pertenencia. Ahora que ha pasado tanto tiempo desde tu partida lo compruebo, pues no te imagino atada a nada ni a nadie, sino completamente libre, como libre se encuentra hoy y por siempre tu alma viajera. Y quise presentarme aquí, en esta fecha y con estas flores para decirte, que todos los que llegamos a conocerte te extrañamos aún.




Conocí a Coty en el ya desaparecido Banco Industrial. Se desempeñaba como secretaria en el departamento de asesoría legal. Su nombre era Rosa Angélica y nació un 24 de Junio. Era la quinta de seis hermanos. Llamarla Rosita derivó en Cotita y luego en Coty, como se la conoció siempre. Estudió secretariado bilingüe y empezó a trabajar en el banco prácticamente recién egresada del colegio La Asunciónpromoción 1973 "Regina Pacis". Antes, Coty había estudiado en el Perpetuo Socorro, un colegio tradicional y casi elemental en nuestra ciudad. No era difícil ser su amigo ni era fácil olvidar la primera sonrisa que ella brindaba. 

Cuando dejé de frecuentar el banco, dejé también de ver a Coty. Sin embargo, después de algunos años llegamos a ser vecinos, pues la discotienda en el jirón Orbegoso donde yo trabajaba, se ubicaba junto a esa hermosa casona antigua que era su hogar. Ella solía pasar siempre a escoger algunos discos que le agradaban. Al ver sus labios siempre sonrientes la imaginaba feliz; no obstante, una forma de fragilidad se dibujaba en su rostro.

Además de alegre y carismática, Coty era bastante romántica. Me gustaba atenderla de manera particular y con mucho interés buscaba esas canciones que, de ser simples letras o notas que ella confundida tarareaba, con mi ayuda se transformaban en títulos que muy contenta anotaba, armando listas completas que luego mandaría grabar en cintas de cassette, como se acostumbraba en aquellos años.


19 de Enero de 1991

Coty, sospecho que nunca te gustaron las multitudes. Hoy sábado, la gente se va agolpando al pie de tu departamento. Es un día muy triste para todos los que, de alguna forma, hemos sido co-protagonistas en tu vida. El frío cemento donde ahora yaces es mudo testigo de lo que realmente ocurrió. En realidad, son detalles que ya no importan y que hacen daño.

Lo peor de una noticia relacionada a un crimen o a un accidente, querida Coty, es el festín de diarios y noticieros, con su consabida imprudencia. Distintas versiones de lo ocurrido, faltas de respeto por doquier y muchas formas de crear historias digeribles para un público ávido de morbo y desgracias ajenas. Amiga, desde donde te encuentres, perdona tanta intromisión.

Recuerdo Coty, que un día llegaste a la discotienda buscando una canción. Solamente querías escucharla, pues te agradaba mucho. Desde entonces, cada vez que llegabas o te veía pasar, solía subir el volumen haciéndola sonar en toda la calle para que aquellas notas musicales te persiguieran y fueras feliz a tu manera, amiga. Ahora, cuando escucho esta hermosa canción, pienso que tú misma la cantas pues tiene casi la gravedad de tu voz y siento la mirada de tus grandes y penetrantes ojos melancólicos, aquellos que irradiaban tanta vida. 




De alguna manera la pasión se adueñó de ti y no pudiste luchar contra ella.
Nos pasa a todos, querida Coty, insistente y persistentemente.

Hoy te recordé y quise contarle al mundo que un día exististe, completamente apasionada y con un corazón latiendo a mil. Sé además que eres un alma inquieta que revolotea por todos los lugares donde algún día fuiste feliz, pues personas como tú jamás se van del todo. En tu dimensión no hay rencores, sólo sonrisas. Y la tuya, como ya te dije, era inolvidable.

Ya nadie puede dañarte, querida Coty... Lo demás queda siempre en manos de Dios.


 Foto superior, tomada de la portada del Diario Satélite de Trujillo, Edición 24/01/1991.




5 comentarios:

Unknown dijo...

QUE EN PAZ DESCANSE tu amiga Coty!!! ... Sumida un poquito en la nostalgia, se me ocurrió entrar a tu blog primo, pues me encanta leer tus historias, anècdotas, pasajes de la vida de algunos miembros de la familia... y me encontrè con esta historia, aunque triste, pero que maravilloso saber de tu sensibilidad y percepciòn... tu bondad... bueno, seguirè leyendo.

Anónimo dijo...

hola que lindo, lo que escribes buscando buscando en la inetrnet encontre este blog Coty fue sobrina de mi mama es decir fuimos primas no la conoci bien solo unas cuantas veces pero dicen que era muy bonita y carismatica

JORGE MORENO dijo...

Coty era una chica bonita, con ojos bastante expresivos y muy carismática... Su presencia aún debe seguir revoloteando en los rincones por ella conocidos, pues lo que aconteció fue tan rápido que no le dieron tiempo para marcharse definitivamente. Saludos.

Elsa dijo...

Hoy, 19/01/2013, entré a facebook y encontré nuevamente referencias de Coty, muy bien detalladas por ti Jorge... tan magnífica descripción, que al leer me parece verla y me duele en el alma se haya ído a tan temprana edad... Que Dios la tenga en su gloria !

Amable dijo...

Siempre estoy pendiente de tus relatos
y me encontré con esta triste historia
pues me conmovió tanto que llego siempre a las lágrimas, pues ya me conoces soy muy emotiva.
la describiste tanto físicamente como en su sencillez que me parecía que yo también la conocía. Esas personas no son para este mundo, Dios los lleva.
pero a dejado muchas huellas para recordarla.